Tras más de una semana sin casos, el Gobierno estudia la estrategia a seguir

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Corrientes logró permanecer por octavo día consecutivo sin nuevos contagios de covid-19 y la posibilidad de flexibilizar un poco más la cuarentena es una alternativa que las autoridades evalúan. Se insiste en la responsabilidad social. 

El Gobierno provincial sigue con lupa el comportamiento del covid-19 en Corrientes y hasta ahora, las acciones del Estado dieron sus frutos, lo que permitió que se flexibilice la modalidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Los datos son alentadores y no vinieron solos. Las medidas adoptadas por la administración de Gustavo Valdés sin dudas son las acertadas y la muestra: 8 días consecutivos sin nuevos contagios de covid-19, y un total acumulado de 78, de los cuales 49 se recuperaron y fueron dados de alta.

Así, hay 29 casos activos, uno de los cuales está internado en sala general de hospital Llano, cuya condición clínica es estable, mientras 28 se encuentran aislados y en buen estado de salud. 
Hay un caso sospechoso internado en sala general del hospital Llano, en condición clínica estable, permanecen en aislamiento preventivo 1.608 personas y concluyeron ese proceso 4.840.
Tras dos meses de cuarentena, las cosas cambiaron un poco en Corrientes. De a poco y a paso lento pero constante, se fueron incorporando rubros que 60 días atrás estaban paralizados. El seguimiento epidemiológico de los expertos y la muñeca del gobernador para tomar decisiones son las centrales en este lento pero firme regreso a la normalidad, o casi.
No obstante, en los pasillos de la Casa de Gobierno persiste un concepto: “Si hay contagios, volveremos marcha atrás”. Esa es la consigna. Está claro que el Estado toma al covid-19 con mucha seriedad y responsabilidad.
Lo cierto es que a la fecha y echando una mirada hacia atrás, las cosas cambiaron. Hoy los comercios en la ciudad abrieron, en principio en horario reducido y luego con su funcionamiento habitual; más rubros como la obra pública, la atención en consultorios y otros servicios también corrieron la misma suerte. Y lugares como la costanera volvieron a tener a los ciudadanos en sus veredas. Todo, siempre controlado, extremando las medidas de prevención.
En esta línea, el uso de barbijos ya parece común, así como el distanciamiento social y prácticas como el lavado de manos y el uso del alcohol en gel, que ahora se convirtieron en hábitos diarios, comunes y corrientes.

En este contexto, muchos sectores comenzaron a peticionar ante las autoridades salir del aislamiento. El fundamento es simple, tomar aire por la asfixia económica provocada por el parate, por el nuevo coronavirus. 
El pedido tiene lógica y es analizado por las autoridades. Bares, restaurantes y gimnasios, entre otros, podrían volver a funcionar, aunque ya no como antes o por mucho tiempo, pero sí con ciertas y estrictas medidas.
El próximo domingo finaliza la última extensión del aislamiento decretado en el país, por lo que un día, antes, el 23, el presidente Alberto Fernández anunciaría la senda en la que seguirá la Argentina y hasta cuándo. De acuerdo a eso y cómo evolucione el comportamiento de la pandemia en Corrientes, el gobernador Valdés tomará nuevas decisiones al respecto.
El 4 de mayo pasado, cuando el gobernador habilitó salidas recreativas controladas y prorrogó actividad comercial, advirtió: “No nos relajemos, sigamos moviéndonos lo menos posible y tomar contacto con la menor cantidad de personas posibles. Quedarnos en casa como hasta ahora. En siete días volveremos a analizar la situación nacional y provincial”, concluyó el gobernador Valdés.

Indicador de movilidad

El subsecretario de Sistemas y Tecnología de la Información, Federico Ojeda, reveló estadísticas sobre la movilidad de las personas durante el período de aislamiento social. Los datos provienen de un estudio en el que intervinieron universidades y compañías de telecomunicación, manteniendo el anonimato de cada habitante.
Los números dejaron ver que en el primer lunes de cuarentena (23 de marzo), en Corrientes hubo el 43 por ciento de personas en la calle, comparado a un lunes normal (sin pandemia), mientras que a nivel nacional hubo un 36. La semana previa al inicio del aislamiento el coeficiente fue de 82 y 85 por ciento, respectivamente.

En tanto, el pasado 27 de abril, cuando empezó a funcionar nuevamente la actividad comercial, el porcentaje ascendió a un 48 por ciento.