Buscan autorizar albergues para aislar a choferes frutihortícolas

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Nueve intendentes suscribieron ayer los protocolos para evitar contagios de coronavirus en la región. Las medidas más estrictas son para los choferes que residen en los pueblos correntinos y viajan a zonas de alto riesgo. 

Tras la reunión realizada en Santa Lucía la semana pasada, cuando se plantearon alternativas para elaborar un protocolo conjunto que aplicarían de manera preventiva de contagios de coronavirus, los intendentes de las nueve comunas de los departamentos de Goya y Lavalle suscribieron ayer el documento con las especificaciones de las medidas preventivas.
Las medidas abarcan dos grandes categorías: el transporte de carga en general –de los que entran a los pueblos a abastecer de insumos al comercio de distintos rubros, por ejemplo– y otro más específico orientado al traslado de la producción frutihortícola.

En líneas generales, las medidas apuntan a que los choferes ingresen a cada una de las localidades por un acceso determinado y se acrediten ante las autoridades en un Centro Coordinador de carga de datos, para identificarse y presentar una declaración jurada con la hoja de ruta que lleva el traslado. Luego el vehículo entra en un proceso de desinfección y los conductores deberán siempre utilizar barbijos, bolsas en los pies y una higiene de manos constante con alcohol. 
En el caso de la descarga de mercadería en comercios, la distancia entre el transportista y los habitantes de las localidades deberá ser de 2 metros, y el horario de atención será definido por cada municipio.

Mercados y zonas rojas

Aunque todas las localidades de la microrregión Santa Lucía son productoras frutihortícolas y abastecen gran parte de los mercados de concentración del país, entre los municipios que integran la micro región (que incluye Goya, Cruz de los Milagros, Carolina, Cecilio Echavarría, San Isidro, Gobernador Martínez, Yataytí Calle, Santa Lucía y Lavalle), “las circunstancias no son exactamente iguales. Tenemos puntos en común, pero en algunas se corre un riesgo más alto de contagio que en otras. No obstante, si aparece un foco de contagio, todo podría expandirse muy rápidamente por la zona”, explicó José Tata Sanánez, intendente comunal de Santa Lucía.
“Durante este tiempo de cuarentena hemos ido implementado distintas medidas de prevención, pero no estaban unificadas. Y además consideramos que el riesgo va en aumento, en tanto los transportes circulan con mucha frecuencia desde y hacia zonas rojas, donde los casos se incrementan día por día”, consideró.
Por eso, decidieron unificar los protocolos, que abordaron la semana pasada con autoridades sanitarias de la provincia integrante del Comité de Crisis, y también en conjunto con los directores de hospitales de Goya y Santa Lucía.

La intención es aplicar estas medidas preventivas tanto a los vehículos como “a los choferes de los camiones, que no podrán tener contacto directo con los estibadores ni con ningún poblador. Los conductores residentes de pueblos correntinos tendrían lugares específicos para alojarse entre un viaje y otro, sin poder regresar a sus casas con sus familias”, explicaron.
“La situación más complicada es la de Santa Lucía, que tiene 71 centros de empaque en la ciudad, muchos de ellos dentro del ejido urbano. En esa actividad trabajan unas mil personas como estibadores. Si hubiera un foco de afectación, el impacto sería masivo sobre el pueblo y toda la región”, evaluó Sanánez.
En medio de un clima de tensión social, las medidas más estrictas –que ahora deberán ser aprobadas por la provincia– recaerían sobre aquellos choferes que son residentes de esas comunidades. “Hay un número importante de conductores de transporte que son compueblanos. En nuestros pueblos están sus casas y sus familias, son nuestros vecinos. Pero transitan hacia otras provincias con un alto riesgo de contagio, como Mar del Plata, Chaco, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires”, describió el intendente.
En esos casos, cuando estos choferes regresan de un viaje, las nuevas medidas implicarían que no podrían regresar a sus viviendas y deberían permanecer aislados hasta que sea el momento de volver a viajar. 
“Las circunstancias de los transportistas que son de otros lugares son diferentes. Ellos permanecen fuera de la ciudad en un centro con instalaciones y duchas, adonde además les llega un delivery de comida cuando lo requieren. Allí esperan en sus camiones hasta el horario de carga de mercadería en las plantas de empaque, que es de 20 a 5 de la mañana. En ningún caso pueden tener contacto directo con los estibadores ni otras personas. Los cajones se desinfectan, y luego se cargan. Cuando termina, ya regresan a la ruta”, describió Sanánez.

Sin embargo, aquellos choferes oriundos de los pueblos correntinos regresan también a descansar en sus hogares junto a sus familias. Y es allí donde el protocolo busca poner un mayor distanciamiento preventivo. “Se habilitarán albergues específicos donde deberán aislarse, por el tiempo que estén en las localidades hasta le momento de volver a viajar. Persona del seguridad los escoltará hasta sus camiones en el momento de regresar a la ruta”, explicó.
Para ese fin, tanto Santa Lucía como Goya avanzan en preparar cabañas ubicadas a las afuera de la ciudad y dos clubes deportivos, para dar albergue a los choferes residentes de los pueblos entre un viaje y otro. “No se los obliga a cumplir 14 días de cuarentena si no presentan síntomas, pero se debe saber con detalle su hoja de ruta y deben reportarse cada vez a los centros de carga de datos. El contacto con las familias es un gran riesgo. La otra alternativa sería mantener a los familiares en aislamiento constante”, argumentó Sanánez, quien describió la situación como “muy compleja” y lamentó las dificultades que podrían suponer las medidas para los conductores, que de otro modo “no podrían resistir a abrazar a sus hijos y esposas, por eso es muy difícil cumplir el aislamiento preventivo dentro de sus propias casas”, entendió.
Tras la aparición de casos positivos en Mocoretá durante la última semana, los protocolos en todo el país dentro de los mercados de concentración frutihortícola también se volvieron más estrictos. “La única vacuna es la responsabilidad social y la prevención”, sostuvo el intendente.

El ejemplo de las provincias sin casos

La Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas de la República Argentina (Fenaomfra) elaboró al inicio de la cuarentena obligatoria un protocolo basado en recomendaciones aportadas por el Senasa, el INTA y el Ministerio de Agricultura de la Nación para minimizar el riesgo de contagio de covid-19 en los establecimientos de comercialización mayorista de estos productos y también para los transportistas.
No obstante, “la aplicación es dispar”, reconoció Juan Perlo, presidente de la entidad. “Depende también de cada provincia. En Córdoba, por ejemplo, el tema está bastante laxo y no hay muchos controles, mientras que en Mendoza o Salta están mucho más controlado. Los más estrictos son San Luis, La Rioja y Catamarca, donde están sin ningún caso de contagio del virus. Allí personal de seguridad escolta a los camiones desde y hacia los mercados, no pueden ingresan sin esa escolta”, describió.
En un panorama general, Perlo destacó que “los camioneros saben que deben cumplir los protocolos, sean más o menos estrictos, sino no pueden viajar más. Algunos mercados y centros de abastecimiento hacen cumplir las medidas a rajatabla, aunque otros dejan mucho que desear”, opinó.