Prorrogan la emergencia hídrica en la cuenca del río Paraná

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A través de un decreto se fijó la ex­tensión de la medida por 180 días. Destacaron que se mantiene la previ­sión de condiciones negativas.

El Gobierno decidió ex­tender la emergencia hí­drica para la cuenca que conforman los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú. A tra­vés del Decreto 261/2022 se estableció la prórroga del “Estado de Emergencia Hí­drica” que se declaró el 24 de julio de 2021.

La medida es por 180 días a partir de la fecha de expiración de la prórroga anterior. Abarca a aque­llos sectores del territorio que están alcanzados por la cuenca del río Paraná. También afecta a las pro­vincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Ai­res, sobre las márgenes de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.

Desde el Gobierno seña­laron que el déficit de pre­cipitaciones es uno de los factores determinantes para la bajante histórica actual. Explicaron que se considera la más importante de los úl­timos 78 años.

Por otra parte, los regis­tros de las últimas semanas muestran que se atenuó el nivel de la bajante por efec­to de lluvias puntuales y defluencias de las represas situadas en el área regula­da de la cuenca del Paraná. Sin embargo, remarcaron que se continúa provocan­do afectaciones sobre el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica, el abasteci­miento de combustibles y las actividades económicas vinculadas a la explotación.

Además, se mantienen las previsiones de condicio­nes negativas para las áreas mencionadas. “Continúa el proceso de afectaciones originado por la sequía per­sistente y los pronósticos de condiciones meteorológi­cas deficitarias”, aclararon desde el Gobierno.

HIDROVÍA

Ante este escenario, el Gobierno invitó a las pro­vincias a adoptar medidas similares a los servicios de energía eléctrica, agua po­table y transporte urbano para el sector productivo de las zonas afectadas, mien­tras esté vigente el Estado de Emergencia Hídrica de­clarado. Por otra parte, se solicitó profundizar los tra­bajos sobre la Hidrovía.

De esta manera se autori­zó al concesionario de la vía navegable troncal a obtener y mantener la profundidad. “Resulta necesario adop­tar medidas con relación a la carga y los calados en el tránsito fluvial de mercade­rías, a efectos de evitar afec­taciones en materia de vías navegables, tripulaciones, seguridad de la navegación, mantenimiento del comer­cio nacional e internacional y la protección ambiental, en accesos portuarios, vías navegables y dársenas”, se­ñalaron desde el Gobierno.

IMPACTOS

Los bajos niveles del río tienen múltiples impactos económicos y sociales. El más cuantificable tiene que ver con el sobrecosto logísti­co que genera para la expor­tación de granos. Por la di­ficultad en la navegabilidad del río, los buques deben cargar menos productos por la escasa profundidad del canal de navegación y, en muchos casos, completar sus bodegas en puertos del Sur de la provincia de Bue­nos Aires, como Quequén y Bahía Blanca, o hasta en el exterior, en Montevideo o Brasil.

Esta menor ocupación de las bodegas se denomina “falso flete”, ya que el costo del embarque se prorratea en una menor cantidad de toneladas transportadas. Además, la ralentización del ritmo de embarques genera otros inconvenien­tes operativos que vuelven a aumentar los costos. La Bolsa de Comercio de Ro­sario estimó pérdidas para la cadena de valor granaria argentina del orden de los 315 millones de dólares para el primer semestre del 2021. En 2020, los sobrecostos habían sido de 245 millones de dólares.