La falta en ataque de River

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A 18 días del partido con Cruzeiro, Gallardo sólo cuenta con Suárez y el pibe Álvarez para armar la ofensiva. Pratto está en modo vuelta, Borré suspendido y Scocco sin plazo de regreso: ¿cómo se las arreglará el Muñeco?

Lucas Pratto, Rafael Borré, Matías Suárez, Ignacio Scocco y el pibe Julián Álvarez: el repaso nominal de los delanteros del plantel de River genera una sensación que dista muchísimo del panorama que se presenta a Marcelo Gallardo en la planificación del primer partido decisivo del semestre. Porque dentro de 18 días, el martes 23, el equipo debe afrontar la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Cruzeiro y el colombiano tiene que cumplir la segunda fecha de suspensión por su expulsión ante Palestino en Santiago (ya purgó la primera en el 2-2 contra Inter); porque el Oso está al límite con los tiempos y recién empezará a trabajar con pelota entre martes y miércoles en Buenos Aires con el primer chico de octavos asomando y sin competencia desde el 30 de mayo (la revancha de la Recopa ante Paranaense). Así, el Muñeco encara la previa de una serie decisiva con la guardia baja en ataque.

Es más, el staff de puntas que el entrenador tendrá a disposición para el primer mano a mano frente a los brasileños es tan limitado que ni siquiera el regreso de Suárez luego de disputar la Copa América con la Selección se puede considerar tan valioso, ya que a su ausencia en la pretemporada se le suma que el ex Belgrano apenas jugó 14 minutos (ingresó ante Colombia y Paraguay) en Brasil. De todas maneras, el partido de Copa Argentina contra Gimnasia de Mendoza, el martes 16, le daría la chance al Oreja de retomar el modo River para llegar más afinado futbolísticamente al mata mata en el Monumental.

En este contexto, el único delantero que a priori llegaría en plenitud al un partido que puede ser crucial para el futuro en la Libertadores es, curiosamente, el más pibe de todos. Y claro, si bien la joya Álvarez (19 añitos) ya dio sobradas muestras de su prematura jerarquía en el alto nivel, sobre todo cuando ingresó en el tiempo suplementario de la final contra Boca en Madrid y ante el Kashima en el Mundial de Clubes, no deja de ser una promesa que todavía debe afirmarse, como sucede en mayor medida con Beltrán (18) y Rollheiser 19), los juveniles que el Muñeco llevó a la pretemporada. De hecho, si no suma un refuerzo en la zona ellos podrían ser las alternativas a las que eche mano en Núñez para sumar al banco.

Está claro: River padece una sensible falta en ataque. Y el Muñeco, una vez más, necesita creer.