La construcción brega por la celeridad en la obra pública y la reactivación privada

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Se estima que al menos unas 2.500 familias viven del trabajo directo que genera el sector en la provincia. Aunque algunas obras se reactivaron, aguardan por la cancelación de certificados para inyectar efectivo al sector y que “no se corte la cadena”. En materia privada, sugieren retomar con trabajos “al aire libre”.

Tras articular de forma conjunta un protocolo de seguridad sanitario para poder trabajar durante la pandemia por el coronavirus, las autoridades de la Uocra y la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) aguardaban ayer por la tarde una reunión con Alberto Fernández en la quinta presidencial de Olivos.
Sindicato y cámara patronal fueron a pedirle al presidente que se exceptúe de la cuarentena una serie de obras privadas que hoy por hoy están paralizadas a lo largo y ancho de todo el país.

“Hay obras y regiones que dan el margen requerido para retomar la actividad. No todo el país debe estar en la lógica sanitaria planteada para la zona metropolitana”, plantearon, luego de un relevamiento de sus seccionales en cada provincia y de estas, con sus gobernadores. En conjunto, determinaron un listado con obras privadas que podrían retomarse sin que haya peligro de contagio de coronavirus.
Los gobernadores de cada provincia quedarán después a cargo de tramitar ante la Nación que se exceptúe de la cuarentena a esas obras.
“Tienen que ser obras en las que se pueda trabajar bajo condiciones de seguridad y sin que haya riesgos de contagio”, explicaron.

El impacto en Corrientes

“En un buen período de trabajo –aunque el sector viene con una recesión de dos años– en Corrientes habría unos 5.000 obreros (trabajadores directos de la construcción) registrados en Corrientes”, refirió el ingeniero José Soulard, delegado local de la Cámara de la Construcción.
“La reunión con el presidente apunta a informar de manera concreta la problemática del sector, del cual dependen unos 370.000 obreros en todo el país, que generan a la vez otros 250.000 puestos de trabajo. Es un volumen inmenso de trabajadores que están en riesgo”, recordó el referente.
Aun de acuerdo con respetar las estrictas normas sanitarias del protocolo de trabajo para el sector en la emergencia, Soulard coincidió con sus pares a nivel nacional en la importancia de “poner la mirada en la implementación de soluciones; si no, a la hora de reactivar vamos a estar todos quebrados”, alertó.

Desde su perspectiva, el referente valoró de manera positiva la decisión del gobernador Gustavo Valdés (anunciada el sábado pasado) de retomar progresivamente la obra pública y de manera restringida a edificios deshabitados la obra privada. No obstante, explicó que “todavía el sector sigue muy paralizado”.

Proveedores y liquidez

Mientras la obra de la penitenciaría de San Cayetano y edificios públicos –como la sede de organismos descentralizados que construye la provincia en el barrio San Martín– comenzaron a reactivarse desde el lunes, para la Cámara es importante destacar que “antes que el crédito, esperamos que el Estado comience a inyectar recursos económicos para cancelar las certificaciones pendientes, de manera de reactivar todo el circuito”.
Tras la paralización de las obras públicas por la emergencia sanitaria en Corrientes y todo el país, este lunes retomaron los trabajos del complejo penitenciario que se levanta en San Cayetano, con todos los resguardos sanitarios para los obreros.
Según indicó el ministro de Seguridad, Juan José López Desimoni, la obra se encuentra avanzada en un 54 por ciento. “Poder trabajar en obras que están al aire libre puede apalancar la reactivación y es muy valioso”, evaluó el referente de la Cámara correntina.
Del mismo modo, señaló que será importante que puedan volver a trabajar también las fábricas de cemento, que “desde hace semanas tienen apagados los hornos”, apuntó Soulard.

Así, la normalización en la provisión de insumos podría apalancar la reactivación general de la labor de los obreros, aunque “se trabaje por turnos, con personal reducido y con todos los cuidados sanitarios”; remarcó.
“Cada contratista está buscando caminos para poder retomar la labor, en las condiciones sanitarias de mayor cuidado”, aseguró, en tanto evaluó que muchos están ahora “en un severo riesgo”.
“Hay unas 140 actividades y servicios vinculados a la construcción, es la locomotora del trabajo en el país. En Corrientes hay muchas de estas cadenas vinculadas, como la producción de la forestoindustria, la carpintería  de madera y de aluminio, los corralones y quienes fabrican ladrillos”, enumeró.
“Cada 100 obreros que trabajan en forma directa en la construcción, el sector genera otros 80 puestos de trabajo en otros sectores”, recordó además.

Protocolo

En la reunión prevista para ayer por la tarde entre los referentes de la Cámara, la Uocra y el presidente se presentaría también un protocolo de seguridad para aplicar en las obras y evitar los contagios por coronavirus, y que fue pensado como el puntapié para que se puedan retomar las obras privadas en todo país. 
Detrás de la redacción del protocolo está la necesidad, tanto de los empresarios como del gremio, para que se puedan retomar las obra privadas lo antes posible.
De los 350.000 obreros de la construcción, al menos 200.000 se desempeñan en obras privadas, estimaron en Camarco. Ya a fines de marzo, la cámara patronal y la Uocra habían alertado que por la parálisis en la actividad existía el riesgo de despidos masivos. Hablaban del peligro de unos 100.000 despidos.
Las empresas y el gremio piensan en obras privadas que demanden gran cantidad de albañiles y que sean espaciosas para que los obreros no deban trabajar amontonados. Así, la construcción de viviendas unifamiliares no se podría retomar por el momento.
Las excepciones a la cuarentena también deberán alcanzar a la cadena de insumos, como las cementeras y Acindar, explicaron.
“Lo que se busca es poder trabajar bajo estrictas condiciones de seguridad”, dijeron en el sector empresario.
El protocolo, en una primera versión y para ir mejorándose, incluye medidas de protección recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, aplicable a todas las empresas constructoras, trabajadores, técnicos y profesionales de la industria de la construcción.

Las medidas para tener en cuenta

En el protocolo se establecen una serie de medidas que los empleadores deberán tomar, como estas:
• Realizar un estricto control de las personas que ingresen a la obra.
• Al horario de inicio de turno establecido, en el ingreso principal de obra, se interrogará al trabajador/a sobre la existencia de alguno de los síntomas (tos, decaimiento y dificultad respiratoria) y se procederá a la toma de la temperatura corporal; afectando personal idóneo a tal efecto. Con síntomas no podrán ingresar. 

• El equipo encargado de la tarea de control de ingreso debe estar equipado con máscara facial, barbijo y guantes de látex.
• Las salidas, para la compra de insumos o alimentos, deberán ser coordinadas entre la empresa y el delegado. 
• En caso de incumplimiento por las empresas, deberá haber sanciones”, advirtieron en la Uocra.