Boca goleó a Tigre y se consagró campeón de la Copa de la LPF 2022

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Con un error de Marinelli ante un cabezazo de Marcos Rojo, un golazo de Fabra y cabezazo de Vázquez, des­pachó 3 a 0 a su entusiasta rival.

Boca Juniors se consagró ayer por la tarde campeón de la Copa de la Liga Profe­sional de Fútbol (LPF) al de­rrotar con claridad a Tigre, 3 a 0, en el encuentro decisivo que se jugó en el estadio Ma­rio Alberto Kempes de Cór­doba, ante más de 50.000 personas, y así su DT, Sebas­tián Battaglia, sumó su se­gundo título desde que está en el cargo.

El defensor Marcos Rojo anotó la apertura del mar­cador cuando se jugaban 48’ del primer tiempo, mientras que el lateral derecho Frank Fabra amplió la ventaja con un tanto de gran factura a los 23’ del complemento, y Luis Vázquez (40’ segundo tiempo) marcó para cerrar el marcador.

Boca había finalizado en la segunda colocación de la zona B en la primera fase del certamen, y para acceder al encuentro decisivo derrotó a Defensa y Justicia (2-0) en cuartos de final, y por pe­nales (6-5), tras igualar sin goles, eliminó al poderoso y candidato firme de varios Racing, en la semifinal.

Los de Victoria habían cerrado la fase inicial en la tercera ubicación de la mis­ma zona B, y para llegar a la final dejaron en el camino a River Plate (2-1) y a Argenti­nos Juniors por penales (3-1), luego de igualar 1 a 1 en los 90 minutos.

Fue levemente superior en el inicio Tigre, que con presión alta y recuperación dominaba la posesión de pelota, y hasta tuvo una opción clara cuando en un córner desde la derecha Boca marcó mal y de cabeza Víctor Cabrera tiró apenas desviado.

Mientras, el DT Sebastián Battaglia se desdoblaba en señas para sacar a su equi­po del fondo, y así, pasados los 15 minutos el “Auriazul” emparejó el trámite, con el buen pie de Oscar Romero y Guillermo “Pol” Fernán­dez, más la explosión de Sebastián Villa y Eduar­do Salvio, encontrándose con la pelota y exploran­do espacios en la defensa rival.

Primero tuvo una clara posibilidad de gol con un tiro libre de Villa desviado por Gonzalo Marinelli con una excelente volada, y llegó una gran jugada que finalizó con un gol anulado a Bene­detto, cuando el árbitro Da­río Herrera acudió a la ayuda del VAR para anular el tanto por posición adelantada del goleador.

Los de Victoria la perdían rápido cuando tenían la pelota, y así Sebastián Pre­diger y Ezequiel Fernández se desgastaban más de la cuenta corriendo detrás del balón, ya sin la presión del comienzo.

Entró en un bache el par­tido en los minutos finales del primer tiempo. Boca ya no lucía intensidad de mitad de cancha en adelante, de a poco los de Diego Martínez volvieron a acomodarse en el campo, y con un buen pasaje de Facundo Colidio por izquierda intentaban inquietar a la última línea “xeneize” que a las apuradas intentaban abortar todo in­tento de los de Victoria.

Se iba esa primera mitad y Boca se encontró en tiempo de descuento con la ventaja, cuando en un córner desde la derecha Rojo ganó en el área y con un buen cabezazo venció la débil resistencia de Marinelli, que no pudo evi­tar la caída de su vaya y así su equipo se fue al descanso en desventaja.

Así era todo fiesta en las tribunas que ocuparon los hinchas boquenses durante el entretiempo, con la ilu­sión de acercarse a un nuevo título de su rica historia.

El “matador” de Victo­ria salió rápidamente en el complemento a buscar la igualdad, sin perder el orden en la defensa para contro­lar a los veloces delanteros rivales, se hizo del dominio del balón y comenzó a lle­gar una y otra vez al arco de Agustín Rossi.

Y a los 14’ avisó Mateo Re­tegui, dispuso de una doble chance, que primero sacó Rossi, y luego no pudo co­nectar de cabeza casi sobre la línea.

Los de Battaglia, replega­dos, esperaban alguna con­tra para aumentar la ventaja, aunque desde la tribuna ese clima festivo del entretiem­po se transformaba en ner­viosismo e incertidumbre.

Aunque el colombiano Fa­bra despejó todas las dudas con su golazo, que logró con un potente zurdazo desde afuera del área, y así volvió la locura entre los fanáticos “xeneizes”, que colmaron la popular Artime, la platea Gasparini y la mitad sur de la platea Ardiles y que a esa altura comenzaban a sentir­se legítimos campeones.

Llegaron los cambios, ovaciones para varios futbo­listas del flamante campeón, con la idolatría a Benedetto como la más destacada, y los de Victoria sintieron dema­siado el golpe del 2-0, sin mostrar reacción para po­nerse nuevamente a tiro.

Y así los de Battaglia se animaron a más, consiguie­ron el tercero por interme­dio del ingresado Luis Váz­quez para que el Kempes sea una fiesta en la agradable tarde cordobesa, aunque los fanáticos de Tigre también alentaron hasta el final, re­conociendo la gran campa­ña del equipo, que hace solo seis meses lograron ascen­der a la máxima categoría.

Pero el festejo y toda la gloria fue para el Xeneize que obtuvo además del tí­tulo de campeón, el pasaje a la Copa Libertadores 2023 y jugará el Trofeo de Cam­peones con el ganador de la próxima Liga Profesional.s

El Xeneize se consagró campeón y así dio su vuel­ta olímpica número 72, más que ningún otro equi­po del fútbol argentino.