La inflación de este mes ya tiene un piso del 7 por ciento

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A una semana del ruido generado por la salida de Martín Guzmán del Ministe­rio de Economía y la llegada de Silvina Batakis, la econo­mía sigue sufriendo las con­secuencias de la ampliación de la brecha cambiaria -el dólar libre llegó a $273 y el CCL a $300, la expectativa de devaluación y las fuertes restricciones a las importa­ciones impuestas por la falta de divisas.

Muchos sectores y empre­sas operan a precio abierto y otros han marcado en los úl­timos días entre un 10 y un 30%, según los casos, para cubrirse del costo de repo­sición.

Si bien el escenario se calmó frente a la psicosis de inicios de semana, exis­te una gran incertidumbre entre los empresarios, y esto inevitablemente se traduci­rá en una mayor inflación. Para este mes los economis­tas ya estiman un piso del 7%, que podría llegar al 8% si el pánico continúa en las próximas semanas.

“Por lo que estamos viendo y hablando con las empresas, el escenario es realmente preocupante. Hay algunos sectores tradi­cionalmente importadores que no están vendiendo o están pasando listas con su­bidas que dan miedo. Antes de la renuncia de Guzmán vimos que la inflación de julio tendía a igualar a la de marzo, que fue del 6,7%. Después de lo que vimos esta semana, la cifra puede comenzar con 7. Y la próxi­ma semana podemos decir 8, si continúa todo este tipo de comentarios preventivos por la incertidumbre y las dificultades que tienen los empresarios para saber el costo de reposición”, dijo el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra. 

A su vez, en Fiel prevén entre un 6% y un 7% para julio y agosto, cifra igual o superior, que presenta un segundo semestre con un nivel de inflación mensual superior al 5%, que se había proyectado hasta el mes pa­sado.

“Según el primer dato se­manal, y en base a la iner­cia que arrastra la inflación, esperamos entre un 6% y un 8% para el mes”, agregó Guido Lorenzo, de LCG.

Y algo similar planteó Fe­derico Moll, de Ecolatina, quien, aunque aclaró que aún es pronto para sacar conclusiones, espera una ci­fra de entre el 6,5% y el 7%. Según precisó, los precios de los bienes duraderos aumen­taron considerablemente; en algunos casos, cerca del 10%; mientras que las de consumo, algo menos. Pero también habrá precios de servicios regulados que im­pactarán la inflación en julio.

El sector empresarial ad­mite que hoy existe tal nivel de incertidumbre que bus­can cubrirse de lo que pueda pasar en las próximas sema­nas con el tipo de cambio o el acceso al dólar oficial. Para cuidar el stock muchos optan por no vender, mien­tras que otros aumentan los precios en función de sus expectativas. Hoy no tienen un horizonte preciso, por lo que en los últimos días al­gunos aumentaron un 10%, otros un 20% y otros inclu­so más.

El presidente de la Cáma­ra Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, pre­cisó que aunque la semana terminó con un poco más de calma que el lunes, “los co­merciantes siguen preocu­pados y buscan cuidar su capital, que es la bolsa”, y agregó: “Si no está seguro de poder mantenerlo, toma medidas y se protege ce­rrando las puertas o con un aumento de precio, lo que muchas veces es exagerado porque no tiene idea de lo que va a pasar en unos días”.

También en el sector de la construcción se agravó el escenario que se vivía en cuanto a desabastecimien­to de productos, por ser un sector con mucha deman­da. El titular de la Cámara Argentina de la Construc­ción (Camarco), Gustavo Weiss, manifestó: “Lo que pasa ahora no es que haya nuevos desabastecimientos, sino que lo que hay no tiene precio. Los proveedores no te cotizan; y si vas a los co­rralones, los productos pue­den valer un 20% o un 40% más”.