¡Sean eternos los laureles que supimos conseguir! Argentina consiguió la tercera y es campeón del mundo

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La final frente a Francia terminó empatada en 2 durante los 90 minutos. En el tiempo extra también fue igualdad en 3 y recién en los tiros desde los doce pasos hubo una definición a favor del equipo argentino que jugó en gran nivel durante 70 minutos pero sintió la contundencia de Mbappé.  

En una jornada para el infarto, con “Lio” Messi en esplendor, Argentina se coronó campeón mundial por tercera vez en su historia, a 36 años de la gesta de México ’86, luego de vencer a Francia por 4-2 en la definición por tiros penales,  en una increíble final de Qatar 2022, empatada 3-3 en los 120 minutos de juego.

La selección estuvo dos veces a tiro de ganar el partido, en el tiempo regular y el extra, pero un intratable Kylian Mbappé, autor de un triple, elevó a niveles imposibles el dramatismo del desenlace.

En la tanda de penales Argentina anotó sus cuatro remates (Lionel Messi, Paulo Dybala, Leandro Paredes y Gonzalo Montiel), “Dibu” Martínez tapó el disparo de Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni desvió el suyo.

En su última jornada mundialista, Messi abrió el marcador de penal a los 23 minutos del primer tiempo y Ángel Di María, otra de las grandes figuras, estiró la cuenta a los 32 de la misma etapa.

Mbappé forzó el tiempo extra con un doblete a los 35 y 36 minutos del segundo tiempo y luego quiso los penales cuando empató 3-3 a los 117, en el segundo suplementario, después de que Messi consiguiera el 3-2 a los 109, en un mano a mano colosal entre las dos celebridades del fútbol planetario.

Más de 60.000 fanáticos de Argentina deliraron en el estadio Lusail por la esperada conquista de la selección y elevaron a Messi al plano celestial de Diego Maradona, figura omnipresente en la memoria del hincha durante toda la competencia.

Argentina, campeón ’78 y ’86, se consolidó como el cuarto país más ganador de la Copa Mundial de la Fifa después de Brasil (5), Italia y Alemania, que suman 4. Francia se quedó con 2.

La Scaloneta, que ya suma tres títulos por la conquista previa de la Copa América y la Finalissima, cortó con una racha de dos décadas sin consagraciones de equipos sudamericanos.

Sin más detalles, Scaloni avisó el día previo que sabía cómo jugar el partido, qué formación disponer y qué dibujo táctico utilizar. Lo ocurrido hasta el minuto 80 fue una clara demostración de que el entrenador proyectó la final a la perfección, con una soberbia actuación colectiva de un equipo plenamente consciente de la oportunidad.

Di María fue titular por primera vez en la fase final de Qatar 2022 y se convirtió en un factor clave para el desenlace del partido. Abierto por la izquierda, el rosarino se transformó en el receptor de un mediocampo fino para la circulación de la pelota y concentrado para ganar todos los duelos en su sector.

Argentina le quitó la pelota a Francia en el primer tiempo (49 por ciento de posesión contra 36), tuvo una circulación rápida, supo explotar los espacios y golpeó en sus momentos. Di María perdió una buena chance en posición de gol a los 16 minutos con un remate defectuoso pero no se dejó ganar por la frustración.

Por su sector, la izquierda, generó la jugada del penal cometido por Dembelé, a quien Didier Deschamps castigó con un cambio a los 40 minutos, al igual que al otro ausente (Olivier Giroud).

Messi, por cuarta vez en el campeonato, facturó la pena máxima con engaño al arquero Lloris y el desarrollo de la final se inclinó definitivamente hacia un equipo con deseo de campeón.

Mbappé, bien controlado por Nahuel Molina y De Paul, casi no tenía participación en la banda izquierda, por lo que se desplazó al centro del ataque cuando salió Giroud. Griezmann, otro hombre clave en Francia durante todo el Mundial, no encontraba su lugar en la cancha, incomodado por un Enzo Fernández patrón en el mediocampo.

La confianza y la fluidez del juego argentino aumentó pasada la media hora y se cristalizó con un contraataque de ensueño, a un toque, con cada movimiento que pedía la jugada. Con Francia adelantado en el campo, Messi, Julián, Alexis y Di María combinaron a la carrera en 40 metros para un gol de antología.

Delirio total en Lusail. Argentina, apoyada por 60 mil hinchas, en un estado de gracia, con todos sus jugadores a nivel de excelencia frente a un rival minimizado. Esa fue la sensación que dejó la primera parte.

En la segunda el desarrollo mantuvo esa tendencia, con posibilidades de conseguir el tercero, hasta que comenzó otro partido, completamente inesperado por lo visto hasta ese momento.

Un penal cometido por Otamendi, en una de sus pocas fallas en el Mundial, reavivó el espíritu francés con un Mbappé obstinado en arruinarle la noche de su vida a su compañero del Paris Saint Germain.

Un minuto después del descuento, tras combinar con Thuram, Mbappé sacó un latigazo que se transformó en el suplicio del 2-2 y dejó a su equipo perfilado anímicamente para la victoria, que pudo llegar por el agotamiento del equipo de Lionel Scaloni.

Argentina empezó de cero en el tiempo extra, renovó fuerzas y contó con tres chances de Lautaro, errático en la definición pero partícipe para asistir a Messi en el tercer gol que parecía el definitivo.

Sin embargo, una mano de Gonzalo Montiel puso a Mbappé nuevamente cara a cara  frente al “Dibu” y el delantero no falló para coronar un hat trick que le permitió quedar como máximo anotador del Mundial con 8 tantos.

En los penales, con la hinchada argentina de fondo, el equipo no falló, “Dibu” Martínez se agrandó y sucedió lo esperado por todo el mundo del fútbol: Argentina y Messi, al fin, campeones del mundo.