Familias y organizaciones celebraron la votación de los diputados nacionales. Madres y prestadores reafirman que la lucha sigue en el senado.
La Cámara de Diputados de la Nación rechazó ayer el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad y abrió paso a una jornada que quedará grabada en la memoria de miles de familias en todo el país. El festejo fue inmediato en Buenos Aires, frente al Congreso, y en las principales plazas de las provincias; las lágrimas, los abrazos y los cánticos reflejaron la magnitud de un logro que parecía esquivo.
En Corrientes, la expectativa se concentró en la plaza 25 de Mayo. Allí, bajo la consigna de una vigilia que había comenzado desde la mañana, prestadores, docentes, familias y niños se reunieron a esperar el resultado de la votación. Cuando llegó la confirmación de que los diputados habían levantado la mano contra el veto, el clima se transformó en pura emoción.
“Hoy realizaremos una vigilia en las plazas principales de cada provincia de Argentina. En Corrientes, la vigilia se realizará a las 12 en la plaza 25 de Mayo” había anticipado Marcela Kriskovich, representante de Prestadores de Discapacidad Unidos, en diálogo con Radionord. Sus palabras resonaron como un llamado a la acción y, en la práctica, movilizaron a cientos de personas que hicieron de la jornada un símbolo de resistencia.
La emoción también estuvo marcada por la voz de las madres. Débora, madre de un niño con discapacidad, levantó su reclamo con fuerza: “Pedimos a los diputados que, por favor, voten a favor de esta ley que estamos luchando. No se trata de un gasto, sino de un derecho”, expresó durante la vigilia en la plaza correntina. Sus palabras sintetizaron el espíritu de una lucha que lleva años y que encontró en la votación de ayer un respiro de alivio.
La decisión legislativa fue recibida como un triunfo colectivo en el que se mezclan el esfuerzo de docentes, terapistas, transportistas, profesionales y familias que no han dejado de movilizarse frente a cada recorte o amenaza de retroceso en políticas inclusivas.
Porque si bien la votación en Diputados significó una victoria, el camino no está concluido. Ahora, el debate se trasladará al Senado, donde deberá definirse la validez plena de la norma. Esa instancia será clave para confirmar que la ley recupere su fuerza y que el veto presidencial quede definitivamente sin efecto.
“Esperamos que los diputados mantengan la mano levantada en apoyo a la ley”, había dicho Kriskovich horas antes de la votación. El mensaje fue escuchado. Pero, como coinciden todos los sectores involucrados, la tarea continúa. La pulseada en la Cámara alta será el próximo capítulo.
