En el final, River rescató un empate

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River Plate comenzó anoche su defensa del título de campeón de la Copa Libertadores con un empate 1 a 1 logrado en el quinto y último minuto de descuento por el juvenil Cristian Ferreira con un espléndido tiro libre. 
Y justamente Ferreira había ingresado promediando el segundo tiempo por el colombiano Juan Fernando Quintero, un especialista en la materia. Previamente el arquero local Pedro Gallese le desvió un tiro penal a Rafael Santos Borré. 
La defensa del título mostró, desde el principio del encuentro por la primera fecha del grupo A que se jugó en el Estadio Nacional de Lima, a un River sólido, compacto, que recuperaba en el medio con Enzo Pérez y Leonardo Ponzio y preocupaba a su rival por los costados con Ignacio Fernández y Juan Fernando Quintero. 
La circulación del balón encontraba en Lucas Pratto al pivote ideal para que River llegara con pases filtrados por el medio o por los costados, especialmente el derecho, donde sobresalía la velocidad de Santos Borré.
Todo transcurrió por ese camino durante la primera media hora de partido y parecía que el gol de River estaba al caer, hasta que un grave error defensivo le dio inesperadamente la ventaja a los dirigidos por Miguel Angel Russo.
Un saque lateral al medio del área provocó que se molestaran en el rechazo defensivo Javier Pinola y Fernández, lo que derivó en un cabezazo defectuoso y hacia atrás de “Nacho”, que dejó solo en el área chica a José Manzaneda para que rematara corto al gol.
La segunda mitad comenzó con las mismas características con que había finalizado la primera, vale decir con los limeños manejando la pelota y River desgastándose en la recuperación.
Un tiro libre desde un costado del ingresado Cristian Ferreira, mal ejecutado, rebotó en su compañero Enzo Pérez haciéndolo caer al piso, pero la fortuna hizo que el balón derivara en un adelantado Javier Pinola que intentó un centro que fue cortado instintivamente con la mano derecha dentro del área local por Rodrigo Cuba. Penal y la chance de River de empatar en los pies del colombiano Santos Borré, que disparó a media altura, a la derecha del arquero Pedro Gallese, que se lució al desviar con su mano diestra para que la pelota rebotara en el travesaño y se fuera de la cancha.
A partir de esa instancia y hasta el final del encuentro la gobernabilidad del desarrollo pasó nuevamente a manos de River como al principio, pero ya sin Quintero y Pratto en cancha (fueron reemplazados por Cristian Ferreira y Matías Suárez, respectivamente).
River tiene, sigue teniendo en realidad, el aura de campeón, que también sale del buen trabajo que generan sus divisiones inferiores, y de ello no está exento ni mucho menos “el Muñeco” Gallardo, sino todo lo contrario.
Es que se jugaba el quinto y último minuto de descuento que había otorgado el árbitro colombiano Wilmar Roldán cuando uno de los ingresados, Matías Suárez, recibió una falta cerca del área peruana cuando encaró como Pratto, y el tiro libre lo ejecutó Ferreira con la precisión y espectacularidad que lo suele hacer Quintero. Fue gol, golazo, y empató River, porque Alianza Lima ni siquiera tuvo la chance de sacar del medio. Nadie lo podía creer en el colmado Estadio Nacional, pero era algo “lógico”. Por ahí había pasado el campeón.