Puesteros: unión y resurgimiento a partir del trágico incendio del galpón

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Llevan 8 meses en el edificio del San Gerónimo y se adaptan al nuevo escenario. La destrucción del paseo de compras frente a la rotonda los fortaleció.

El 5 de abril de 2018 es una fecha que marcó el destino de los puesteros que trabajaban frente a la rotonda de la Virgen de Itatí. El trágico incendio del paseo de compras dejó sin lugar de trabajo, mercadería y ahorros a más de 100 comerciantes, que empezarían desde ese mismo momento un proceso de cambios y vaivenes para lograr luego un notorio resurgimiento.

El edificio inaugurado a fines del año pasado en el San Gerónimo, donde el paisaje es notablemente distinto al del paseo de compras que resultó destruido. Puestos ordenados, pasillos limpios, iluminados y con espacio para que transiten los clientes, cuyo ingreso es ahora limitado por la atención sanitaria.

“A la larga nos dimos cuenta de que el incendio terminó siendo algo positivo”, expresó Juan Toledo, delegado de los comerciantes. Es que no solo les permitió tener hoy un edificio nuevo y más cómodo, sino que también generó un giro importante en la relación entre compañeros. 

En este sentido, comentaron que “antes teníamos una comisión pero solían darse conflictos; ahora, organizamos cada tanto algunas reuniones por pasillo”. Al respecto, Toledo contó que “queremos invertir en el lugar, mejorarlo, porque tenemos miedo después de lo que nos pasó”.

Tras el incendio, acamparon en la rotonda e hicieron ollas populares hasta que, en septiembre de aquel año, recién pudieron instalarse en las carpas en la plaza del Mercosur, en el 17 de Agosto. Allí, con dificultades y algunos créditos, pudieron rearmar su stock y dar pelea en un contexto de bajas ventas.

El traslado al nuevo paseo de compras construido por la Provincia llenó de entusiasmo a los trabajadores, pero, poco tiempo después, tuvieron un nuevo golpe. La situación sanitaria en la primera etapa de la cuarentena obligó al cierre de los locales, pudiendo reabrir recién después de dos meses. 

“A la larga, nos dimos cuenta de que el incendio terminó siendo algo positivo”

JUAN TOLEDO
DELEGADO PASEO DE COMPRAS

Allí, volvieron a buscar alternativas y a amañarse. “Durante ese período empezamos a vender por Internet y, por suerte, nos sirvió para tener algunos ingresos”, comentó el delegado. La herramienta resultó útil, tanto que hasta hoy muchos sostienen el sistema, además de la atención presencial, llevando los pedidos a domicilio.

El cierre los obligó también a muchos a buscar otros trabajos. Construcción, remises y corte de pasto fueron algunas de las actividades con las que buscaron sostenerse ante la imposibilidad de ejercer su actividad habitual.  

Hoy, recuerdan el incendio y el resto de las dificultades sin tristeza. Más allá de lo perdido en términos económicos, resaltan lo que ganaron, teniendo hoy un mejor lugar para trabajar y una relación más fluida entre ellos. 

Además, fluyen los proyectos para seguir creciendo y mejorando. Instalaron casas para los perros que tienen como mascotas, además de comederos y bebederos. 

Colocaron colilleros, buscando mantener limpio el predio y apostando a un ambiente más sano. 

Prevén también contar en poco tiempo con cámaras de seguridad y adecuar una de las calles paralelas para que los clientes puedan estacionar sus vehículos con mayor comodidad. 
En tanto, se encuentran realizando las primeras gestiones para que los que trabajan en los 113 puestos cuenten con un servicio de emergencias médicas.

Algunos implementaron ya el sistema de cobro electrónico, por lo que no dejan de buscar variantes para hacer frente a la cambiante demanda. Pero hoy, la preocupación pasa solo por las ventas y la pandemia, ya no por la infraestructura, histórico problema.