En Juntos por el Cambio, no todos quieren “Macri 2023”

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El radicalismo apunta a ampliar la coalición y sugiere que el expresidente ya es cosa del pasado. Respuestas del macrismo y cortocircuito en año electoral.

Todo parece indicar que el expresidente Mauricio Macri no será de la partida en las elecciones legislativas de octubre de este año. Con las primarias de agosto casi suspendidas, Juntos por el Cambio buscará que el espacio consiga listas que contengan a todos los espacios de la coalición. Pero el proceso no será simple por varias cuestiones. A la falta de las PASO que puedan ordenar las candidaturas, se le suma la falta de un liderazgo fuerte del frente, que pueda dirimir las discusiones complejas, que se darán sin dudas en varias provincias.

La apuesta de Mauricio Macri es clara: tratar de encadenar un triunfo de su coalición parlamentaria, pero sin que surja un referente claro que condicione su candidatura para las presidenciales dentro de tres años. Mientras tanto, confiar que el desastre económico generado por el peronismo siga minando de a poco la imagen de los Fernández, para que en 2023 la gente no quiera saber nada ni con Alberto ni con Cristina.

La propuesta de Lousteau

Pero, aunque falta mucho para eso, desde un espacio de Cambiemos ya se viene abriendo el paraguas y preparando el terreno. Esta mañana, el senador Martín Lousteau, vinculado a un espacio del radicalismo porteño, llamó a “ampliar” el frente y sugirió que la figura de Macri está más vinculada con el pasado que con el futuro. El legislador nacional aseguró que desconoce “la vocación” del ex presidente de cara a 2023, pero que hace falta “construir algo más grande”.

“Si construimos una fuerza más grande, que vuelva a ganar, el aporte a la historia de Macri será haber modificado el sistema político, me parece mucho más importante eso que cualquier otro legado”, señaló el senador, con el comentario que oscila entre el reconocimiento y el pedido de jubilación política. En su opinión, hay que valorarle al fundador del PRO que pudo terminar el mandato (el último civil no peronista en “conseguir” el logro fue Alvear en 1928) con un 41 % de aprobación. Para Lousteau hace falta algo más para “convencer a otro 10 % y volver a gobernar la Argentina”.

“Está claro que no pensamos igual en Juntos por el Cambio, como no pensaba igual cuando Macri era presidente”, concluyó Lousteau, por si quedaba alguna duda.

Curiosamente, el comentario del “panradicalismo” cambiemita fue respaldado por un dirigente del “panperonismo” del PRO. “Comparto con Lousteau que Cambiemos debe conformar una alianza más grande para ganar las elecciones. Tenemos una identidad muy clara para oponernos al kirchnerismo”, señaló el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli.

El que recogió el guante fue el encargado de medios en la gestión macrista. Desde su cuenta de Twitter, Hernán Lombardi disparó:

“Hay una soberbia que no se fundamenta en la trayectoria de Lousteau al tratar de ubicar a Mauricio Macri a la categoría de legado. Macri es el líder de una gran parte de nuestra fuerza, el fundador del PRO, y un gran presidente; no merece ningún destrato”.

En la misma sintonía, pero un poco más fuerte, se expresó el diputado del PRO Francisco Sánchez: “Vos no aportaste nada desde el pasado, ni desde el presente y calculo que tampoco en el futuro”.

El camino a 2023 es largo, incluso lo es a octubre de 2021. De triunfar en la pulseada interna Lousteau y el radicalismo, Juntos por el Cambio pasaría a representar a una socialdemocracia, más a la centroizquierda de lo que fue incluso la gestión macrista. En este eventual escenario, dirigentes importantes del PRO como el intendente porteño, Horacio Rodríguez Larreta, podrían sentirse más cómodos inclusive. Pero una propuesta de estas características sería un quiebre importante, no solo con dirigentes de peso como Patricia Bullrich o Miguel Ángel Pichetto, que buscan lo contrario, sino con una gran parte del electorado antikirchnerista.

P.P.