La plata rinde menos y las familias sienten la presión económica

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Lo aseveraron desde el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). Agregaron que aunque la inflación muestra una tendencia a la baja, los niveles de recuperación económica son insuficientes y hay contracción en el consumo.

Argentina atraviesa un contexto de permanente incertidumbre económica, más allá de la desaceleración inflacionaria lograda por la administración nacional durante la primera mitad del año. Mientras que hoy se esperan los datos de la inflación de julio (ver pagina 9), un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que creció el estrés económico al que, mes a mes, le hacen frente las familias argentinas al ver que su dinero no alcanza para solventar todos sus gastos.

El aumento de los costos de servicios básicos, como combustible, transporte, gas, luz, agua y comunicaciones, incrementó significativamente los gastos fijos de las familias. “El ingreso corriente se ve afectado porque los gastos fijos aumentaron fuertemente. Esto reduce el consumo en alimentos, vestimenta y el funcionamiento básico del hogar”, precisaron desde ODSA-UCA.

Este fenómeno, que denominó “estrés económico”, reflejó la creciente incapacidad de los hogares para cubrir sus necesidades básicas.

Observación

Aunque la inflación muestra una tendencia a la baja, el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia, advirtió que los niveles de recuperación económica son insuficientes debido a la menor cantidad de dinero en circulación, resultado de una política de ajuste que busca reducir la demanda y el consumo.

Esta situación genera un círculo vicioso, ya que la falta de poder adquisitivo impide que las familias puedan acceder a bienes y servicios, lo que a su vez dificulta la reactivación económica.

Salvia pronosticó que si el Gobierno continúa retirando pesos del mercado, se profundizará el ajuste, lo que tendrá graves consecuencias para las familias. “Va a aumentar el ajuste y se va a achicar la capacidad de consumo corriente”, advirtió. Esto podría llevar a que las familias se endeuden aún más para comprar alimentos y enfrenten mayores dificultades para pagar sus tarjetas de crédito.

El aumento del estrés económico en las familias argentinas no solo tiene consecuencias monetarias, sino también sociales. La falta de recursos puede generar tensiones en el hogar, afectar la salud mental de sus miembros y limitar las oportunidades de desarrollo de los niños y jóvenes.

El estrés económico es un indicador que amplía el análisis de la pobreza multidimensional, ya que mide la percepción sobre la capacidad de los ingresos totales del hogar para cubrir consumos básicos mensuales, sostener patrones de consumo y capacidad de ahorro.